Novas da resistencia popular de Terra de Montes ao golpe militar
DIONÍSIO PEREIRA
O texto, publicado no nº 24, correspondente ao 15/6/1938, do voceiro da “Federación de Agrupaciones de Gallegos Libertarios” Galicia Libre (Madrid), é da autoría de Florentino Cortizo, membro do grupo anarcosindicalista “Luigi Fabbri” artellado no ano 1936 en Xirazga (Beariz). Florentino, que loitou no bando republicano na zona Centro, descrebe a marcha que un grupo de afiliados á CNT realizaron entre aquel lugar da Terra de Montes ourensá e O Carballiño, unha vez consumado o golpe militar do 18 de xullo de 1936. Daquel roteiro inzado de enfrontamentos cos partidarios dos facciosos e que tivo tráxicas consecuencias para os seus protagonistas, fica unha lembranza na carballeira de Doade que non fai, precisamente, xustiza aos anceios de liberdade daqueles mozos arroutados: os restos dun cruceiro, cuxo varal seica derrubaron, cunha placa facendo referencia á “barbarie marxista”. Eles, cando menos, merecen o mesmo trato en homenaxe ao seu sacrificio. [Boletín Verbo Xido nºs 14/15, Xullo 2006]
Mártires anónimos DE LA REVOLUCIÓN EN GALICIA
Desde Xirazga hasta O Carballiño
FLORENTINO CORTIZO
“Con unas cuantas escopetas de caza, un corazón noble, un cerebro henchido de ideas y sanos pulmones para gritar con fuerza “¡la revolución está en marcha!”, se ponen en camino un puñado de valientes hacia la hermosa villa de O Carballiño, sin tener en cuenta los 24 kilómetros que habían de andar hasta obtener el resultado preconcebido. Nada les atemorizaba; partían pensando aún que a su paso encontrarían a los odiados tricornios; se opondrían a su avance también los grupos de falangistas que realmente hubieron de encontrar a su paso por las aldeas de la comarca; mas ante la contumacia de nuestros paisanos, huyeron a campo traviesa para refugiarse en sus mazmorras, de las cuales, momentos antes, habían salido provistos de armas automáticas, creyéndose dueños de la situación.
Repetidos encontronazos les sucedían en marcha hacia el objetivo, pero nadie fué capaz de detenerlos; ni las vidas que cesaron de latir en holocausto de la libertad, ni la feroz Guardia Civil, ni la incertidumbre que llevaban consigo de si la villa citada se encontraría ya en poder de los mercenarios de Franco, y también de si en ella encontrarían refuerzos y armas.
Bravos hermanos, supisteis plantaros frente al enemigo superior en número y en armamentos, hermanos gallegos de rostro moreno, de músculos de bronce y puños de acero. Bajo la bandera rojinegra, con las manos entrelazadas, con nieve en el cerebro, con fuego en el corazón, con decisión y fortaleza supísteis defender con sangre la nueva Galicia que jamás soportará el suplicio de la bota militar de los traidores.
Fuisteis vosotros los que, al grito de “la revolución está en marcha”, ofrendasteis la primera sangre en nuestra patria chica, sangre de héroes, de mártires; sin reparar en sacrificios luchasteis con denuedo, arremetiendo contra los esbirros del pueblo, sedientos de sangre proletaria.
A la altura de vuestros deberes, defendísteis, jóvenes luchadores, la causa de los pobres y desvalidos, la de las nuevas generaciones venideras, más humana, más justa.
Fuisteis vencidos pero no humillados; vuestras muertes juramos vengarlas.
El que emborrona estas cuartillas ha tomado parte con vosotros en aquellas reuniones que, sin permiso de las autoridades, celebramos entre pinares, guareciéndonos en los molinos cuando llovía; sabe de vuestro temple y de lo que seríais capaces. Por eso, desde nuestro portavoz GALICIA LIBRE, doy a conocer a mis hermanos de lucha, mártires de la revolución y anónimos de nuestra contienda.”
Repetidos encontronazos les sucedían en marcha hacia el objetivo, pero nadie fué capaz de detenerlos; ni las vidas que cesaron de latir en holocausto de la libertad, ni la feroz Guardia Civil, ni la incertidumbre que llevaban consigo de si la villa citada se encontraría ya en poder de los mercenarios de Franco, y también de si en ella encontrarían refuerzos y armas.
Bravos hermanos, supisteis plantaros frente al enemigo superior en número y en armamentos, hermanos gallegos de rostro moreno, de músculos de bronce y puños de acero. Bajo la bandera rojinegra, con las manos entrelazadas, con nieve en el cerebro, con fuego en el corazón, con decisión y fortaleza supísteis defender con sangre la nueva Galicia que jamás soportará el suplicio de la bota militar de los traidores.
Fuisteis vosotros los que, al grito de “la revolución está en marcha”, ofrendasteis la primera sangre en nuestra patria chica, sangre de héroes, de mártires; sin reparar en sacrificios luchasteis con denuedo, arremetiendo contra los esbirros del pueblo, sedientos de sangre proletaria.
A la altura de vuestros deberes, defendísteis, jóvenes luchadores, la causa de los pobres y desvalidos, la de las nuevas generaciones venideras, más humana, más justa.
Fuisteis vencidos pero no humillados; vuestras muertes juramos vengarlas.
El que emborrona estas cuartillas ha tomado parte con vosotros en aquellas reuniones que, sin permiso de las autoridades, celebramos entre pinares, guareciéndonos en los molinos cuando llovía; sabe de vuestro temple y de lo que seríais capaces. Por eso, desde nuestro portavoz GALICIA LIBRE, doy a conocer a mis hermanos de lucha, mártires de la revolución y anónimos de nuestra contienda.”